sábado, 23 de agosto de 2014

Runaway

El día parecía tranquilo
el ambiente lo estaba
y no había rastro de alteración aparente
casi que venía conviviendo con mis miles de desperfectos
hasta que lo sentí,
como una daga clavada por sorpresa
sentí esa necesidad de volverme invisible
desaparecer del lugar por completo
y en un rincón ponerme a llorar
mis manos comenzaron a temblar
hacía meses que no me sucedía
otra vez las emociones me sobrepasaban
¡Bienvenidas! Dije para mis adentros
mientras intentaba usar mi ejercito de armas
como mecanismo de defensa para que nadie notara
que yo no estaba dentro de mi
o aún peor, que la guerra se había desatado
supuse que era parte del proceso
nadie se curaba sin pasar por las tan tediosas recaídas
me sentí enferma
incapaz de salir de este circulo vicioso
en el que me había metido años atrás
para escapar de algo mayor
y entre tantas reflexiones innecesarias
no encontraba cura ni método que me ayudara
a calmar los ataques del monstruo
no quería volver a lastimarme
¿Pero acaso no era eso lo que hacía ahora mismo?
Me sentí avergonzada de mi misma
poca cosa
me di asco
hacia mucho tiempo que no me daba tanto asco
y como no estaba la opción de salir corriendo
volví a caer en el circulo
y me ataqué una vez más
como si la culpa y el dolor no existieran
mis manos dejaron de temblar
me sentí un drogadicto
por un minuto pude fingir tranquilamente
que el mundo no estaba desmoronandose
y al siguiente todo volvió a comenzar.

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