martes, 11 de junio de 2013

De la vida y de la muerte nadie se salva

Que curiosa es la vida. Cada día unos nacen, otros mueren y muchos otros mueren en vida, que es el peor modo de morir. Un día naces, usas pañales, poco entendes del mundo y necesitas de las personas que te rodean para sobrevivir, a medida que transcurre el tiempo, creces, te desarrollas como persona, aprendes a entender de a poco como funciona eso de vivir y recién cuando pensas que lo sabes todo salis al mundo y descubris que con ya 18 años sos un bebé de la nueva vida. Más tarde te concentras en aprender a sobrevivir por tu cuenta, cuesta, temés y buscas el modo de conseguir lo que crees que podria hacerte feliz, tenes un trabajo, aprendes cosas, te enamoras y te equivocas unas tres mil veces más o menos. Te casas y tenés hijos, quizás antes o después, quizás no porque no querés o no podés. Llegan los 30, algunos siguen adolesciendo, otros siguen estudiando, algunos cuidan sus familias, otros andan solos por la vida. También creen saberlo todo aunque digan que no, pero comienzan a ver sus errores pasados reflejados en sus hijos, padres, trabajos, vidas cotidianas, relaciones, etc. Vuelven a ser bebés de la adultez y aprenden a sobrellevarlo, algunos se dan por vencidos y otros tantos valientes siguen enfrentando la vida cada dia, a pesar de todos los golpes que esta les ha dado a lo largo de cada uno de sus años. Llegan los 50, los lamentos, los nietos y el no entender absolutamente nada sobre tecnología. Vuelve la rebeldia, esa que se habia ido a los 20. Muchos vuelven a adolecer, algunos cambian una esposa por su equivalencia en veinteañeras y otros tantos hacen hasta lo imposible por detener el tiempo y no envejecer. Recién en este punto aprenden a valorar todo eso que ignoraron en su juventud. Llegan los 70, las arrugas y la pelea cotidiana de ser un jubilado, a menos que hallas tenido suerte y te toque envejecer en hollywood, siendo susana gimenez o algún supergenio millonario. Algunos tienen más recuerdos, otros dicen todos los nombres de los nietos hasta darse cuenta con quien estan hablando, olvidan cosas, protestan mucho y disfrutan la familia. La parte triste se vuelve cotidiana, ya que siempre fallece uno aquí y otro de allá, un amigo de la vida. Siempre nos algo duele y hay una nueva razón para renegar. Mirás a tus hijos y nietos, sobrinos y jovenes del vecindario asombrado, en tu época de juventud todo era tan diferente. Ya no reconoces ese mundo, es como si toda la gente hubiese decidido enloquecer de pronto. Algunos aprenden a adaptarse mientras otros ya se dan por vencidos. Y como todas las personas somos diferentes la brecha entre los 80 y los 105 años es optativa, consiste en fuerza de voluntad y las ganas que tengamos de seguir viviendo, teniengo en cuenta que estamos bastante cansados de vivir. Duelen los huesos, algunos caminan, otros apenas si hablan y aun queda algún loco que anda en bicicleta. Las tareas cotidianas se vuelven díficiles y se disminuye nuestra capacidad de entendimiento. Algunos viajan y hacen grupitos con sus amigos jubilados, del pami, del folklore, otros son cuidados a sol y a sombra por sus familias, vale acotar que seguramente lo merecen, otros son abandonados o estan solos por elección propia. Son varios los que usan pañales, poco entienden del mundo y necesitan de las personas de su entorno para sobrevivir.
A lo largo de todo este tiempo estamos en contacto con la muerte, algunos se van antes que otros por hechos de la vida, desición propia, enfermedades fatales o torpes accidentes. Algunos perdemos padres, hermanos, abuelos, parientes y amigos. Siempre los extrañamos, generalmente es el ciclo de la vida y otras no entendemos porqué de ese modo o en ese momento. La muerte es tan temida como alabada y tan tabú como la hayas conocido. Nos lleva a una realidad fatalista y poco racional, más que nada si estamos hablando de allegados, por el cambio brusco y directo que provocan en nuestras vidas, sí, suena egoísta pero es real, es eso lo que nos duele. Según varios grupos religiosos diferentes, en la muerte nace la reencarnación, pero creo que después de 50, 70 o 100 años de vida, todos merecemos un descanso.
 En fin,  la vida es solo para valientes, luchadores, garcas y vagos manipuladores porque son los únicos que salen adelante. Según dicen también es justa pero eso sí que no me lo creo.

Un besito para el karma que me viene castigando hace rato y si se van a morir que sea viviendo; no temiendole a la vida. 

viernes, 7 de junio de 2013

Cada cosa en su lugar

Poco a poco los cambios bruscos fueron cesando y volvimos a ser los mismos, lo hablamos, lo maduramos incluso podemos haber crecido en algunos aspectos y al ver lo maravilloso que teniamos, recordamos porque seguiamos luchando contra la corriente. Hoy ya unas semanas despues puedo afirmar que me apasionan sus besos y que todo vuelve a su lugar, más allá de los cambios rotundos en nuestro entorno, seguimos haciendo que funcione y nos lamentamos por esos malos días que perdimos hiriendo nuestros sentiemientos. Al fin pudimos reescubrir que mas alla de la oscuridad teniamos varias cosas por expermientar juntos. No sé cuanto va a durar, ni como, ni porque, pero mientras dure voy a disfrutarlo, porque principalmente de eso se trata estar juntos ¿no? ir atravesando obstaculos mientras valga la pena.
Con un pequeño gran cambio de actitud por parte de ambos entendimos donde estaban las fallas y utilizamos nuestra energia en mejorarlas. Se puede, cuesta, no voy a mentirles, pero mas alla de los errores, hoy día vale la pena.