Peligro

Un mes de esperanza,

uno de ausencia, 

otro de anhelo, 

uno más de consuelo

y otro de ausencia. 

Pasan los días, 

se acaban las excusas,

el frío aflora, 

la angustia crece

y tu sonrisa poco a poco desaparece. 

Muere septiembre

y con lágrimas en mi rostro,

acepto de una vez

que esto no va a funcionar

e intento convencerme de no anhelarlo. 

Mis recuerdos siguen tibios,

mi paciencia sincera

conociendo y comprendiendo

todavía te espera

y mi sentir sigue siendo el mismo. 

A modo de súplica miro el cielo,

pero no llueven respuestas, 

otra vez el desamor me asecha

pero la esperanza es lo último que se pierde, 

el corazón ya lo perdí.

La mujer que no soy

La mujer que no soy, lleva siempre vestido,

contagia alegría, tiene una sonrisa para regalar, 

nunca pide nada a cambio porque entiende de la vida. 

La mujer que no soy, siempre se siente bella

pues bien sabe que cuida su figura y su piel  

pero mucho más la actitud que la define. 

La mujer que no soy, dice lo que siente y le va bien

porque a todos les importa lo que está por decir, 

no necesita necesitar de los otros, eso genera en los demás. 

La mujer que no soy, es autosuficiente de verdad

no necesita fingirlo para sentirse fuerte,

con solo ser quien es le basta y sobra. 

La mujer que no soy, lo enamoró

no desespera por nada pues aprendió a esperar,

y perdona errores ajenos en su debido tiempo. 

La mujer que no soy, es soberana de su vida

de sus emociones y equilibrados pensamientos 

no titubea, es decidida y consigue lo que desea de buena fé. 

La mujer que no soy, es un poco más fría que yo, 

quizás no existe ni nunca existió pero la anhelo en mí 

como esa cordura que un loco anhela aunque nunca la conoció.  

Morir para renacer

Parece que aún no has notado
hasta donde has podido llegar,
hasta donde tus sueños te han traído,
y lo bien que te ha ido llegando a este lugar.

Parece que aún no has visto la magia
de las noches estrelladas aquí,
que aún piensas en la oscuridad que acarreabas
y eso ya no sucede, pero aprendiste a vivir así.

Estabas tan acostumbrada a que todo vaya mal
que te sentías segura viviendo en el dolor
porque era todo lo que conocías,
sin embargo ya no es así, ya no debe ser así.

Han llegado demasiado lejos, tú y tus dolores,
pero no puedes continuar de este modo
no puedes seguir matandote en vida
para  reprocharte luego, que no te dejas vivir.

Ya no puedes seguir escapando de tus miedos,
tienes que dejar enfrentarlos, no ignorarlos,
siempre van a estar ahi, la experiencia va a ser la misma
aunque queme por dentro.

Tienes que correrte del fuego a voluntad
y dar un giro a la historia
para poder terminar con esto, tocar fondo ya no sirve
no hay límites que te detengan.

Solo la muerte de tus viejas ideas te llevará a la vida,
solo depurar todas esas emociones te va a limpiar del dolor,
vas a poder dejarlo atrás si comienzas a ver hacia adelante,
no estás sola, estamos todos esperando que se derrumbe una parte de ti.

Tienes que hacerlo, tiene que morir eso que te incendia
para que se calme el ruido y se disipe el miedo
para terminar esta etapa de tu vida y comenzar de nuevo
sin olvidarlo, pero sin dejar que el fuego del pasado consuma tu presente
y condicione tu futuro.

Todo eso que detesto

Detesto tu nombre y la sonrisa socarrona
que te caracteriza.
Detesto tu actitud emprendora y el brillo de tus ojos,
del que te aprovechas.
Detesto tus caricias y el perfume de tu piel
que me hace adicta a tu veneno.
Detesto mi paciencia eterna y esperarte cada noche
como si no supiera que no estás.
Detesto mis ansias por verte y los recuerdos
que me aceleran el alma.
Detesto hayas llamado mi atención
como nadie lo había logrado.
Detesto que el sabor de tus labios no aparezca en otras bocas
y no poder encontrarlo.
Detesto que estés tan enfermo del pasado como yo
y entender tus silencios.
Detesto mis ganas locas de correr a tus brazos en medio de la noche
y simplemente mirarnos a oscuras.
Detesto saber que cada momento fue real y no arrepentirme
de los días en tu compañía.
Detesto extrañar tus palabras y el tono de tu voz
aún sabiendo que no me corresponde.
Detesto presentir desde acá como se siente tu vida allá
y no poder hacer nada.
Detesto mi percepción, desearía no darme cuenta de nada
y entonces no cuestionarlo.
Detesto tu ausencia y la distancia, sabiendo que en otra linea temporal
estamos entrelazados compartiendo el mismo airte.

Reescribir mi historia

Debo compaginar nuevamente mis recuerdos

en otro orden, 

siguiendo diferentes convenciones

que no les den posibilidades de atacarme

ni mientras duermo, ni mientras sueño,

que me permitan a menudo reescribirme, reinventarme

así ante cada nueva pregunta puedo crear una nueva respuesta, 

ante cada peligro puedo elegir una nueva aventura, 

y ante cada lágrima, pintar una sonrisa. 

Debo aprender a decantar mis emociones lejos de lo racional, 

pues mi mente sigue sin entender

como mi corazón no razona

y no pueden así llegar nunca a un acuerdo 

porque siempre pierden el control

y yo termino colapsando,

escapando de cada página de esta historia

en la que cada nuevo verso me llena de miedos

y mi porvenir se hace añicos,

mientras pierdo el tiempo y veo mi vida desde afuera. 

Mi alma vuelve a mi cuerpo, 

esto debe terminarse

e incluso sin saber como se continua, cruzo los dedos,

comienzo los bocetos de la nueva aventura que quiero emprender, 

y planeo como llevarla a cabo,  

se llama: correr riesgos, 

me asusta más que nada en este momento 

pero promete llenarme de felicidad y satisfacción 

al llevarme un paso más cerca de mi sueño:

hacer de mi vida una obra de arte.

Sintonía efímera

Todo se vuelve efímero...
mi sentir debería hacer lo mismo,
desaparecer de esta historia inexistente
en la que claramente podemos observar
cómo no se crea un vinculo real
y sigo acá, persistente
porque no puedo darme por vencida,
porque aunque las palabras
y los silencios sean duros,
si las miradas fueron sinceras
e incluso lograste narrar tus estrategias
para que nadie lograra desnudar tu alma,
no puedo irme como si nada,
como si todo esto no hubiese existido,
simplemente porque estuve ahí.
y sé lo que pasó,
sé que tu voz temblaba
y tus ojos brillaban ante mi presencia,
sé que tus manos emanaban calor en pleno invierno,
y que la soledad de tu esencia se sacrificaba
por dejarte conocerme,
estuve ahí y lo sé, lo vi,
estábamos en sintonía.

Siete chocolates y una noche fría

Venía haciendo las cosas bien o al menos lo intentaba

seguía resolviendo mes a mes los acertijos que el universo

me había dejado repartidos durante mis cortos veinte años de vida, 

cada paso dolía más que el anterior pero sanaba mas profundo 

las heridas que tenía mi corazón maltratado. 

Cada dos por tres el monstruo que vivía en mí despertaba

y aparecía solo para recordarme todo lo que no podía hacer, 

me recordaba como me habían abandonado, como no era digna de ser querida, 

mucho menos de que alguien fuese a enamorarse de mí 

era lógico que todos salieran corriendo, si yo no valía la pena. 

Ponía cada día más de mí, y en cada noche los recuerdos me destrozaban, 

la incertidumbre quemaba mi cabeza volviendo cotidiana a la desesperación, 

no quería seguir siendo eso que me consumía pero no encontraba como terminarlo

era como si por más que los altibajos existieran todo el tiempo 

nunca llegaba realmente a tocar fondo y entonces no podía resurgir. 

Si no era la ropa, era el peso, sino los amigos, sino los mambos de familia

y sino el desamor, siempre encontraba una razón para que el diablito en mi hombro

me susurrara al oído que debía retirarme, que no era lo suficientemente buena

para nada en la vida, para nada de lo que yo quería para mí, 

me descorazoné una vez más y en cada luna sensible, caí de nuevo. 

Compré golosinas como hacía tiempo no lo hacía y me intoxiqué de ellas

hasta sentir que me dolía tener tanta azúcar en las venas, en el corazón, 

sin pasar antes por el estado de éxtasis en el que el azúcar me daba la sensación 

de tener esa dosis de amor propio que claramente me estaba faltando, 

me ahogué en llanto y le subí el volumen a la música, el círculo volvía a empezar. 

¿Realmente exististe?

No puedo dejar de soñarte
soltarte sin una explicación alguna,
dejar de extrañar tu sonrisa y tu voz,
no puedo dejar de querer comerte a besos
cada vez que te pienso.

Como me fastidia no entenderte
no tener respuesta alguna
y seguir acá presintiendo lo que te pasa
como si no supiera que no me dejas acercarme
claramente por alguna razón.

Me ilusiono en cada sueño como si al verte
pudiera comunicarme con vos de algún modo
pero mi yo más escéptica me trae a la realidad
para recordarme que vos elegís no estar acá
y que no pude ni siquiera disfrutar más de vos.

Me fastidia que hayas desaparecido de tu entorno,
al menos de la parte superficial,
y que yo haya quedado de ese lado
cuando ambos sabemos como me mirabas
esto no es superficialidad.

Sin embargo es como si hoy te hubiese tragado la tierra
no tengo rastro de tu presencia, no sé si exististe, es más
de no ser por estos breves escritos y los recuerdos de mi mente
podría ser como si nunca nos hubiésemos encontrado,
ojalá pudiera arrepentirme de haberte conocido.

Sucede que por el contrario pienso en esos cortos meses
y me sonrío una vez más, tengo una foto, un papel de chocolate
y una lamentable memoria fotográfica que me tortura cada día
cuando paso por una esquina en la que fui dueña de tus besos
afortunada de tu compañía, o en la que me iluminó tu luz.

Amor propio

Se le hace tarde a la princesa, 

los años pasan, el cabello crece

la corona cada vez es más pesada

y sus ansias por conocer el mundo 

se siguen acrecentando cada día, 

le enseñaron que vendría un apuesto principe

a rescatarla y a salvarla del encierro

del poco amor propio que podía tener

encerrada en su torre, 

allí donde sus padres la habían dejado 

para protegerla de la guerra que habían desatado. 

Pasaban los meses y nadie venía por ella, 

había intentado llamar la atención, 

se cambiaba los vestidos, 

sonreía, lloraba, se enojaba

se desesperaba y volvía a su estado original, 

respiraba profundamente varias veces

y recordaba confiar en que ese sueño era real 

sino acaso porque se lo contarían 

¿Por qué la harían creer en una magia que no existe?

Nadie venía por ella, las noches caían cada vez mas oscuras, 

sus cabellos eran cada vez más largos

e incluso unas arrugas asomaban en su rostro

ya no sabía como matar el tiempo allí, 

como matar la vida misma perdiendo el tiempo, 

estaba cansada de esperar por alguien más 

de quién seguro no dependía toda esa magia que anhelaba, 

rompió sus cadenas, destrozó al dragón 

y pudo escapar por sus propios medios, 

se sintió poderosa de pies a cabeza, mágica, 

cuando llegó al castillo principal para encontrar a sus padres

enojada por la espera en vano que había sufrido, 

estos le dijeron que era necesario esperar por

esa dosis de amor que cambiara su vida para siempre

porque de tanto esperar y buscar 

iba a encontrarse con ella misma y nacería su amor propio, 

y ese instante estaría lleno de magia. 

Cordón umbilical

De una niña indefensa nació una mujer fuerte,

en el momento en el que supo que había alguien en camino

y a esa personita debía brindarle fortaleza

aunque su nmudo se cayera a pedazos,

se levantó por ella de cada caída

y ni el dolor de su alma pudo permitirle

que se llenara de amor para dar. 

Le enseñó a caminar, a dar sus primeros pasos

a decir gracias, permiso y por favor

y en cada cuento antes de dormir

le mostraba que siempre podía existir un final feliz

aunque ella tuviera que improvisarlo

porque no venía en el cuento

todo para no exponer a su hija a temer al porvenir,

Hizo sola un trabajo que se hace de a dos,

y con todas sus capacidades invirtió su tiempo en verla crecer,

la disfrutaba en cada logro y la apoyaba en cada paso,

aunque las cuestiones se pusieron difíciles 

siempre puso de sí para que esa pequeña no temiera, 

es más, de haber podido, la hubiera resguardado en una burbuja invisible

de toda esa toxicidad que las rodeaba y no les hacía bien. 

La pequeña se hacía grande y sentía una necesidad imperiosa

de salir de la burbuja, de conocer el mundo a su alrededor
Ella sabía que esos días llegarían, no sabía que podian ser tan dolorosos
pero era el riesgo que había corrido al hacerla libre: dejarla elegir
el cordón umbilical dolía y se retorcía ante la vida misma
que no les hizo fácil el camino,  pero no querían cortarlo
aún sabiendo que era más díficil mantener viva la unión, valía la pena.

No importó cuantas lágrimas cayeron, estaban juntas como siempre,
dos almas soñadoras que seguían anhelando mantener vivo el amor mágico
que las unía, e incluso con todos los miedos que las caracterizaban
seguían siendo un pilar firme para la otra, y aunque parecían haberse derrumbado
demostraron una y otra vez que su amor era más fuerte que todo
y siempre había una buena razón para volver a levantarse.

Ella la había criado libre para que al estar lista abriera sus alas

y solo el cielo fuera el límite, la impulsó a cumplir sus sueños
y quizás fue por eso que no entendió como los miedos la detenían
se vio reflejada en ella, frágil, temerosa ante una gran vida por enfrentar
la abrazó fuerte, le secó las lágrimas y la empujó del nido
su desesperación maternal la hacía querer salir corriendo para protegerla
pero bien sabía que no podía aprender por ella, su chiquita estaba lista para volar.

La pequeña gran pajarita miró hacia arriba desesperada,
las patitas le temblaban y no podía ver el cordon umbilical
que tanta seguridad le había brindado durante toda su vida,
hasta que la vió sonriente, mamá seguía en el nido,
y aunque el cordón umbilical fuera hoy invisible
y ambas hubieran crecido, en esa mirada albergaron
toda la magia que las caracterizaba

Mamá estaba ahí para apoyarla y siempre estaría ahi,
pero era tiempo de volar por si misma,
le daba verguenza decirselo pero tenía miedo de extrañarla,
de necesitarla, de no poder sola, de que mamá no supiera cuanto la amaba,
ni cuan valiosa era, se desesperó una vez más,
pero ahí la vió, serena y sonriente, una mujer fuerte y sabia
una mujer que había salvado su vida para amar a una personita más,

Y si eso no era un ejemplo de magia, nada en esta vida lo era.
Sintió que no podía volar, miró a mamá una vez más
suplicando que esta entendiera todo lo que quería decirle sin hablar,
que supiera ayudarla y apoyarla, que supiera cuanto la amaba
lo maravillosa que era, y que iban a estar juntas siempre...
Y claro que lo hizo, la abrazo con su mirada, mamá lo sabía.  

Salir del closet

Quiero salir del closet,

y no hablo de mi sexualidad

sino de mi sentir libre y fluido

Quiero decir lo que pienso,

sin temor a como me vean los demás.

Quiero animarme a promover mis ideas, 

a confiar en que van a funcionar

y de esa manera llevarlas a cabo una a una

Quiero dejar de tenerle miedo a todo,

a lo bueno, a lo malo, a lo que me hace feliz

Quiero ser libre, pero no del sistema,

sino de las opresiones que yo misma me construí

y con los cuales aprendí a dañarme más que nadie. 

Quiero expresarme sin temores, sin tabúes,

ayudar a las personas sensibles como yo 

Quiero encontrarte en un bar esta noche, 

sintiéndome bien conmigo misma

para hacer que te pierdas en mí

Quiero emborracharme de ilusiones, 

y comprobar una vez más que nada pasa porque sí. 

Ella

Era virgen y prostituta
era cruel y mundana
era buena y humana
era dios y el demonio

Muy sincera en la vida
transparente y perdida
nadie así la entendía
porque era nada siendo todo.

Su mirada era fuerte,
su sonrisa importante
su cuerpo imponente
y sus miedos constantes.

Sus tabúes prohibidos
su sentir, reprimido
su hablar contenido
y sus filtros dominantes.

Había aprendido
como era debido
comportarse en la vida
para ser buen partido

Sin embargo no podía
era magia y poesía
solo quedaba aceptarse
ya lo había decidido.

Otro día más como ninguno

Odio a mi inconsciente, porque es más tortuoso incluso que mi yo pensante y mi ello soñador, este me traiciona dejando a la vista hasta lo que oculto de mi misma.
Me desperté atolondrada, una hora tarde, con su sabor en mis labios y recordando todo lo que había soñado ¿Otra vez, era necesario? Una sonrisa tímida se asomaba en mi rostro, al fin lo había visto de nuevo. Si, ya sé, no fue real, pero esa sensación me hizo empezar el día de una manera diferente. Corrí como de costumbre para llegar a mis clases, me desvestí odiandome frente al espejo, junté mis auto críticas con mis cabellos en una trenza con un moño y me deleité escuchando radio mientras viajaba en el tren mirando por la ventana. Pude ensayar contemporáneo y después exigirme con música clásica, con las nuevas coreografías y enorgullecerme de mis progresos en el espejo. Salí para ir al callcenter donde me gano las monedas que pagan mi ritmo de vida, no con muchas ganas, pero esta vez con tiempo como para pasear un poco y renovar maquillaje y esas cosas que las mujeres normales siempre tienen para mimarse, yo podía mimarme, es más, debía hacerlo y aunque fuera para mí todo un proceso, ya estaba a medio camino, tenía que seguir adelante. Trabajé varias horas disfrutando conversación de grupo y discutiendo con algún que otro incompetente hasta que en mi horario de descanso corrí a buscar mis lentes nuevos, me encontré con Mirtha, una artista plástica con mucho carisma que en una óptica de recoleta me pudo dar la misma calidez que un mate con amigos de barrio, encontré los ideales para mí, soy yo en un marco y me hacen sentir bien; agradecí no haber tomado una decisión precipitada unos días antes. Volví corriendo a trabajar con una sonrisa, agradecida también con Mirtha. Salí tres horas mas tarde reflexionando sobre las hipocresías de la sociedad y de las relaciones interpersonales que tanto me desagradan, lo publiqué en facebook y con tan sólo un clic adivinen quien me sacó otra sonrisa. Sí, así estamos.
Volviendo a mi casa me encontré con Sebastián, vive en la calle y tiene barba blanca, no sé mucho de él, usualmente en las noches lo veo pedir monedas y nunca puedo ayudarlo, esta vez le compré una cena y le regalé una sonrisa, el me contagió la suya y sentí que en un día como hoy realmente valía la pena estar viva. Llegué al departamento y más allá de la relación difícil que llevamos, mi abuela me tenía lista la comida, un mimo más en este jueves cotidiano que dista tanto de ayer como de mañana; ahora una ducha caliente, buena música, un sahumerio en el cuarto y me voy a dormir con la cabeza tranquila y el alma contenta. El universo está de mi lado.

Miércoles de resolución

Lo abracé más fuerte que en los últimos veinte años y por primera vez no tuve miedo de que fuera a abandonarme, este sí era un giro en la historia cíclica a la que estábamos acostumbrados. Bendito cambio. Sentí que esta vez estaba realmente conmigo, tenía su apoyo y su cooperación para poder construir algo juntos, esta relación no estaba perdida y aunque ya no pudiera acunarme en sus brazos como una niña, su ayuda en un momento tan crucial de mi vida me hizo sentir como si pudiera apaciguar los dolores del pasado para hacer mis vacíos mas amenos.

Mis temores ante una imagen masculina y mis cortas experiencias me habían enseñado que el dolor del abandono, o aún peor, el resentimiento de las heridas, podían llegar a destrozar el bienestar y la tranquilidad, incluso hacerme enloquecer ante el terror que me causaba la idea de cometer los mismos errores que mis progenitores, o que los suyos. El miedo a que cualquier hombre me abandonara porque no me sentía lo suficientemente buena para que alguien pudiera amarme, si ni siquiera mi imagen paterna estaba conmigo ¿Cómo iba a hacerlo alguien más? 

El ruido en mi cabeza se calmó, quizás era realmente él quien debía ayudarme en esta recaída, ya que con su contención paternal podía salvarme de toda esta perdición en la que yo sola había aprendido a resguardarme de los aspectos de mi vida con los que no quería convivir. 

Pero esta vez no me faltaba, él no me había abandonado y ni aunque los kilómetros nos separaran iba a romperse este nuevo hilo rojo que estábamos construyendo, esta vez estaba ahí mientras yo lo necesitaba y podía disponer de su apoyo porque él iba a quedarse. 

Yo valía la pena.

Quiero ser una piedra

No es mucho lo que pido
solo necesito dejar de sentir
dejar de pensar
no quiero ser más la emoción que proclamo
ni la inteligencia que promuevo
quiero ser vacía, inculta
inepta, insensible
y así protegerme de la vida misma.

Quiero ser de hielo, ser una piedra inerte,
vacía de sentimiento alguno,
y así entonces
olvidarme los recuerdos,
estrellarme ante otras bocas
sin buscar tu aroma
destrozarme en otras camas,
sin buscar tu calor,
sin que nada me importe,
sin saber que existe algo más allá
que me llena de esperanza.

No me pasa usualmente,
pero hoy borraría todo esto de mí,
para desaparecerte por una noche de mi mente
y no esperarte en la desesperanza
de una historia estúpida que podría ser la mejor
pero eso no va a suceder porque no vas a darme lugar
y yo acá como una idiota todavía sigo creyendo en la magia
Hoy quiero desaparecer todo esto
ser vacía, no pensar en el más allá
no creer en nada, no ser todo lo que soy.

Resurrección

De las cenizas en el suelo
puedo crear una nueva vida
que abra caminos en la dirección
en la que quiero ir,
abran paso que ya es hora
el pozo está oscuro y hace frío,
no puedo pasar una noche más en este lugar.

La noche cae mientras mi mente maquina
y visualizo mis posibles futuros, mis finales,
es ahi cuando entiendo que no es en la oscuridad
donde tengo que estar, que vine por algo más grande
no sé quién o qué me trajo pero si que soy importante
que soy un engranaje más del funcionamiento universal.

Lo medito una vez más frente al espejo
ese en el que tantas veces me odié
y casi me entraron ganas de abrazar ese reflejo
se veía tan frágil, tan herido por mis propios estigmas
que me di pena, enojandome con mi parte fuerte
odiando por primera vez mis tinieblas,
esas que destruyeron mi esencia y emoción pura.

Me alisto, armo la valija y emprendo un nuevo viaje
no he perdido los miedos en estos días
simplemente junté valor para cambiar el rumbo de mi vida
ya no me gustaba a donde me dirigía
y no quería terminar incinerandome una vez más
dejé los vicios de lado prometiendome esfuerzo y voluntad
no era un camino sencillo de andar
y sabia que estaba sola

La única que podía ayudarme era yo
y mi alma de fénix lo pedía a gritos,
tiempo de resurrección.

Infiel a mis principios

Algunos errores son deliciosos
y otros culposos,
rozando el arrepentimiento
me hacen sentirme infiel a mis principios
porque conozco la responsabilidad de mis actos
e incluso en días como hoy no estoy de acuerdo con mis acciones
sin embargo acepto que fue un momento de debilidad
¿Y si esos momentos se vuelven frecuentes?
No tengo que dejar que eso suceda
porque en ese caso se cruza la delgada linea
que separa el error consciente del aceptar todo un caos
que no quiero para mi vida,
entonces le resto lugar, le resto importancia
y busco algún otro modo de canalizar su ausencia
Tengo que dejar de buscarlo en otras bocas,
de recordarlo en mis silencios y de albergar día a día dudas infinitas
porque con un premio consuelo infiel a mis creencias básicas,
me dejo llevar como si por un instante no me importara más
como si yo solo fuera una improvisada de la vida
cosa que aunque me encantaría, dista mucho de la realidad
solo que incluso esa culpa me mantiene la cabeza ocupada
y claramente prefiero la cabeza ocupada
antes que el corazón alborotado.
Me acerco sonriente como si en un beso ajeno a mis emociones
pudiera esconder lo que sucede dentro mío en verdad,
como si sirviera para tapar mis evidencias innatas
y no sirve, como si no lo supiera
finjo que esta vez puede funcionar,
me dejo caer en los besos de un extraño
y con un vaso de alcohol en la mano
intento convencerme una vez más de que no siento nada por él
porque eso es más fácil que aceptar que es él quien no siente nada por mí.

Al menos sé que huyo porque amo

Me rindo,

comienzo a correr en circulos

porque no soy tan fuerte como para esperar en vano

y no porque no lo valga

simplemente porque me frustra tu rechazo

y la frialdad de tus palabras

me hace pensar que soy una idiota

por siquiera considerar la posibilidad 

de que me vieras de nuevo con esa mirada

que llegó a electrificarme por completo

sin ponerme un dedo encima,

un recuerdo cae en mi mente

y mis ojos se iluminan, me lleno de ilusión, 

sigo con estas ganas locas de abrazarte

y mas me molesta no acercarme

sabiendo que no estas bien

cuando tengo la capacidad de hacerte sentir diferente

pero es algo que tenes que solucionar sin mi

no te pido que te apures 

solo que me des una señal

una puta respuesta

porque si me decis que esto no es nada

cambia el juego por completo

pero se que tu mirada no me miente

y las dudas me carcomen cada noche

porque no sé como atenuar el fervor de esto que siento

ni mucho menos que hacer con ello.

Si pudieras olvidar tu mente frente a mi

sé que tu corazón diría que si. 

Iniciativas

Romper con las cadenas que me atan al pasado
y dejarlas caer al suelo sin importar el porvenir
me libera de mis propias opresiones
dejandome volar al fin
despues de tanto tiempo
y en tu sonrisa vuelvo a encontrar
el mas nitido caos contemplado por dulzura.
Quiero acercarme, quiero bajar la guardia
dejar que me destroces
si total ya estoy destrozada y no importa el daño
me haces alucinar y ver cerca la barranca
pero sin rastro de miedos
como si nada malo pudiera pasar
y mientras seguis intentando alejarme
te veo, veo tus intenciones, tus emociones
y mas me acerco
me rechazas y me lo cuestiono recien ahi
¿Acaso lo malentendí?
Porque fuiste vos quien dijo todo lo que dijo
incluso dandome las herramientas justas para especular
y siendo conciente de ello
me entregaste a la tranquilidad de imaginar
como si dudar no fuera una calamidad en mi pecho
en las noches, en los sueños, en las ilusiones rotas
para que no me importara entregarte mi corazón en bandeja
con golpes y machacado pero puro, real
listo para grabarle tu nombre
para entregarse a una aventura desconocida
que prometia complicarme la existencia
y la acepté con gusto.
Tomaste iniciativas fuertes y saliste corriendo
como quien tira la primera piedra
y espera pacificamente a ver si hay o no respuesta del otro lado
me dejaste perderme en tu mirada
viendome como si yo estuviera hecha de magia
como si ese instante no pudiera ser mas nuestro.
Me descolocaste y en cuanto pude visualizar el panorama
ya estabas a kilometros de distancia
no dispuesto a escuchar mis palabras, a sentir mi calor
tomo la iniciativa varias veces aunque no con la misma importancia
sin embargo mis estrategias se ven opacadas
por la kryptonita de tus ojos que me deja desnuda
sin armas para el ataque ni posibilidad de defensa.

¿Qué hacemos con el amor?

¿Y ahora qué? No tengo idea,
Una vez llegada a esta instancia
la situación continua superandome
cada vez que resuena tu nombre en mi cabeza
me lleno de sonrisas y de preguntas
y aunque las primeras me siguen llenando de encanto
las segundas me complican la cabeza
porque no es tan dificil ser claro y transparente,
sin embargo tu forma de actuar se contradice
y me aceptaste que era un truco para desconcertar
el problema es que te sale muy bien

¿Que pasó? No tengo idea,
puedo generar suposiciones
provenientes de diversos factores
que si conozco de vos,
pero no más que eso,
no tengo una misera respuesta
y me molesta el hecho de saber
que me mirabas como yo te miraba
y hoy estoy acá como una idiota
recordando tu sonrisa
mientras sigo sin saber nada de vos

¿Hice algo malo? No tengo idea,
puedo autodestruirme hasta morir
como acostumbro a hacer en cada paso de mi vida
pero no tengo remordimientos
para con mis acciones
quizás fui demasiado real, demasiado sincera
pero en ese caso
si te alejas es justo, no tengo más que ofrecerte
o si, pero si no te interesa de nada sirve
incluso si tuviera la seguridad de que no te causo nada
todo seria mas sencillo, pero odio tanto el no saber

¿Qué hacemos con el amor? No tengo idea,
Realmente no podemos hacer nada contra él
juro que lo intenté, intenté convencerme de mil modos
de que no debía suceder, sin embargo disfruté tanto
que en cada instante me dejé caer en este mar de dudas
y ya no se que va a ser de todo esto que siento
porque me encantaría desaparecerlo
o utilizarlo a mi favor
o si quiera tener posibilidad de ganarme un lugar en su alma
de descifrar el enigma de su corazón y de su cabeza
¿Qué hacemos con el amor? Nada, él hace lo que quiere con nosotros.

La sinceridad mató al gato

La curiosidad no es tan mala 

¿Por qué debería serlo?

Aprendemos a cuestionar

tan rápido como a movernos en este mundo 

e inconcientemente asimilamos

que es el único modo de entender

el mundo que nos rodea, 

el que no llora no mama, 

y el que no pregunta, no encuentra;

ahora la sinceridad, esa sí que es un peligro, 

ya desde pequeños nos enseñan 

que hay que decir la verdad

sin embargo en paralelo aprendemos

que no siempre es ventajoso, 

y ahí nace la mentira, 

entre las primeras trampas de una criatura

para poder ganar a cualquier precio

o para poder tener la razón. 

Nadie te enseña donde está el límite, 

porque hacer las cosas bien y ser sincero tiene un precio, 

un precio muy alto que no simpre uno quiere pagar, 

y en noches como esta puteo mi esencia (para no perder costumbre)

me encantaría ser hipócrita, falsa, hueca y vacía. 

La luna llena y yo

La luna llena y yo tenemos una relación extraña

yo la amo y ella me ama, pero siempre por alguna razón

en sus tres noches de luz, mi energía se disipa

y las mismas fuerzas del universo me llevan por delante,

cuando puedo volver a abrir los ojos me encuentro en el suelo

y tengo todo un mes por delante para convivir con las distintas facetas

pero al llegar otra vez la luna llena, me hago eclipse

como si hubiera una conexión entre esa bola de queso

y mi entrepido corazón, ¿Cuál será el secreto?

La observo, lejana y perfecta, tan misteriosa como soberbia

y tan imponente como obsoleta

con toda la belleza que todos buscan pero que nadie aprecia

y le restan importancia para que las idiotas lunares como yo

se sientan menos por ser del ciclo de la luna y no del ciclo del sol. 

Miro el cielo, la noche estrellada y mientras suspiro lentamente

imagino que a él si le gusta la luna, la respeta, la admira, 

le converso a mi insomnio de su sonrisa, de sus besos

la imagen se vuelve nitida, real, tanto que ya siento su perfume.  

Miro la luna nuevamente y la escena desaparece, 

casi como si me la hubiera regalado para dormir

como una madre relata un cuento a un niño

para que no le tema al porvenir.

Tuve que despertar para dejar de mirarte

En medio de la noche, entre las profundidades de mi inconsciente
surge tu imagen viva y resplandece ante mis ojos
condicionando mi sueño como una realidad paralela
de multiuniverso, a la que no tengo modo de acceder
y es tan diferente de la realidad que hoy vivimos que me entristece
me lleno de dudas una vez más, como si estos dos meses de dudas
no hubieran sido suficientes e intento convencerme de que no fue nada
de que no me importaste en ningún momento y que solo te pienso por capricho
sin embargo la sonrisa que se dibuja en mi rostro me deja en evidencia
claramente por más que intente esconder esto que siento,
es mas fuerte que yo y puedo vivir con eso,
pero no con estas dudas existenciales que irrumpen mi sueño
como si no pudieramos resolverlo en esta linea temporal
entonces la resolución es paralela,
es soñada y mi inconsciente disfruta cada segundo de tu presencia,
repaso una y otra vez el sonido de tu voz en cada expresión, tu risa, tu mirar
y me pierdo, divago y recién cuando te tengo cerca
y la taquicardia se apodera de mí
puedo reconocer que quizás este sentimiento se me fue de las manos
que aunque intente minimizarlo sigo soñandote noche de por medio
y cada vez que un aroma en el viento me trae algún recuerdo en tu compañía
mi sonrisa vuelve a renacer cual ilusión de los catorce años
quizás es verdad que todo esto se me fue de las manos.
al igual que te me fuiste vos.

Un par de zapatos Sarkany

Entré a un local por un par de zapatos y me pareció increíble como algo tan simple y cotidiano para cualquiera, para mi. se volvía una gran aventura, era algo que no sólo no realizaba muy a menudo sino que realmente no terminaba de disfrutar. En ese sentido siempre me sentí una chica rara, me gusta la ropa, me gusta elegirla, mirarla pero nunca la llevo para mi y si la tengo tardo días en usarla, como si no me mereciera estar linda sin razón alguna, como si el solo pensarlo fuera una locura.
Observé varios pares de zapatos buscando un par que pudiera acompañar mi vida cotidiana, mis andanzas, un par que fuera compañero para las mañanas sin perder estilo para las tardes e incluso que pudieran hacerme sentir bien por la noche, sin embargo ese par sonaba tan perfecto que no era digno, ni de mis pies, ni de mis ritmos, ni de mis andanzas, entonces tenía que elegir algo feo, algo feo que combinara con todo lo feo de mi vida, y lo feo de mi.
Mientras me esperaban en un sillón, observé cada par, y dibujé en mi mente las mujeres que los llevaban, estereotipando lo lejos que estaba yo de acercarme a ellas; modelos, lindas, inteligentes, con una estima muy alta de la vida, con actitud, mujeres que rompen corazones, mujeres con pasos que no pueden tomarse a la ligera, mujeres decididas, de carácter rudo pero sin perder su delicadeza y seducción. Como deseaba ser parte de ese grupo, verme de ese modo, sin embargo en lugar de ayudarme comenzando por el par de zapatos elegí autodestruirme y sentirme indigna de llevar unos lindos zapatos, como si estuviera destinada a ser del equipo de betty la fea.
Salí del local enojada, no con el diseñador, no con los zapatos, no con la sociedad, ni siquiera con los estereotipos, enojada conmigo, sentía que tenía que cambiar algo para dejar de sentirme así, dejar de descuidarme, dejar de lastimarme y de encasillarme en un lugar que no me hace bien, sin embargo veía la barrera muy clara y no tenía modo de atravesarla.

Viviendo entre las sombras

Era de noche, se encontraba en un pasillo largo y oscuro, sus gritos se oían desde lejos y ya no sabía para donde correr, escapando de aquel que la perseguía se había adentrado en un terreno desconocido, como si hubiera preferido ahogarse en las miserias de la oscuridad con tal de no caer ante los deseos profanos del monstruo que la asechaba. Corría sin saber hacia donde, cambiaba la dirección una y otra vez como para despistar, pero en lugar de perderlo de vista lo único que lograba era perder los únicos pilares que le servían de ubicación para no perderse de nuevo, se chocaba con muebles, con paredes, con personas, era desesperante la sensación de nunca saber quien podía estar observandola.

Solo pensarlo le causaba escalofríos pero al no encontrar la salida tuvo que adaptarse a las sombras típicas de la oscuridad. El miedo la invadía, a medida que los minutos pasaban y nadie venía por ella, la desesperación iba dejando lugar a la resignación y el dolor de sentirse abandonada la obligaba a echarse y dejar de luchar, a perder las ganas de escapar;si al fin y al cabo nada ni nadie la esperaba al otro lado del laberinto, si no había luz que la guiara ni razones para mantenerse en pie. 

Se dejó caer, su cabeza tocó el suelo, y los chillidos de su mente cesaron por unos segundos, el silencio se apoderó del lugar y solo pudo ver el movimiento de las sombras, que marcaban una mínima resplandecencia iluminando un camino, todo lo que se había llevado por delante a los golpes adornaba un pasillo perfecto que la llevaría a salir de allí o quizás no, pero le brindaba la esperanza de que aún podía haber vida del otro lado de la oscuridad. Respiró profundamente e intentó juntar su cuerpo del suelo para poder caminar pero esta vez su conciencia le había jugado en contra, como tendía a hacerlo siempre, cumpliendo su deseo de no poder levantarse de allí, veía el camino cada vez más claro mientras sentía como si el suelo no quisiera soltarla, como si fuera ese su verdadero lugar, escondida entre las sombras de sus pecados, sus pensamientos tabú y todas las restricciones que se auto pautaba para pasar desapercibida y que nadie notara que era diferente, que era humana y sentía a flor de piel. 

El suelo la agarraba cada vez con mas fuerza y sentía como su cuerpo iba perdiendo todo rastro de fuerzas, su cabeza había ganado: se estaba consumiendo en llamas de pensamientos que la asfixiaban hasta dejarla sin aire, no tenía fuerza siquiera para correrse de ese fuego que la incendiaba como si disfrutara el dolor de cada llama recibiendo el castigo que había decidido merecer por no cumplir con sus propias expectativas. Y se dejó caer aún mas bajo al dejar de resistirse, el dolor era cada vez más fuerte. 

Nunca había pensado en el suicidio porque no quería hacerse daño, no era ese su objetivo, sin embargo ¿no era eso lo único que causaba al dejar de pelear por su vida? Moría, se dejaba morir, y eso era igual que matarse. 

Wonderwoman

Soy para todos, de todos, con todos
doy todo y me encanta caerle bien a la gente
me gusta que la gente sonría y diga cosas lindas de mí,
lo que me pone en una contraposición que hace denotar
que en mi desarrollada inseguridad hay un ego enorme
lo que no lo hace menos débil pero es enorme al fin y al cabo.
Quiero salvar al mundo, cada día, cada vida,
cada oportunidad sutil que encuentro me hace notarlo
como si generar una participación en la vida de los otros
me hiciera sentir importante, capaz, necesaria
y cuando algo es necesario, nadie lo abandona porque sí,
sin embargo aún no puedo adaptarme a la filosofía de no aferrarse
y por más que la estudio noche y día
no puedo hacer que mi cabeza entienda que los cambios son naturales,
no sé como no sufrir un derrumbe cada vez que algo se sale de su lugar
como si no pudiera romper el molde de mi estructura,
como si estuviera limitada a ser siempre poca cosa
y vivir en la desesperante inmundicia de querer ser alguien importante
y los superheroes importan, todos los quieren,
no había notado cuanto me gustaba el afecto hasta ahora
que un mimo o un abrazo me alimentan el alma
sin embargo finjo que no necesito nada más del entorno
porque soy superpoderosa pero la realidad
es que por mas que me esfuerce nunca voy a poder dejar de ser humana,
romántica empedernida ni frágil y sensible ante la vida misma
porque mi esencia va más allá de eso
y recaigo nuevamente en mi innata necesidad de salvar al mundo.

Caprichos delirantes

Pasé varios días sin pensarte

me sentí orgullosa de mí, 

incluso pensé que quizás solo habías sido un delirio, 

deseaba con todas mis fuerzas que fueras un capricho

porque un capricho una vez terminado

ya no era nada, aburría

y de un capricho se va a otro y así sucesivamente

sin embargo vi tu nombre

y sentí como en un instante

me transformaba en una nena de catorce años

ruborizada porque el chico que le gusta le sonrió,

me dije que este capricho me estaba costando caro

y me negué a continuarlo 

se terminó, esto es un delirio, 

es eso, seguro que es eso.
Lo bueno de los caprichos y los delirios

es que terminan rápido y no dejan casi rastros

son inofensivos

son fríos y no me generan nada más

me aburren rápido

y esto.. 

seguramente era eso, un capricho

uno díficil 

uno que no se me pasa incluso con todas las barreras existentes

uno que me da vueltas de pies a cabeza
pero un capricho al fin

solo que aunque intente fingir que no es más que eso

me mirás y mi mundo vuelve a darse vuelta. 

Contra ataque

No aguantaba más, ya estaba cansada de atacarme a mí misma y desmerecer cada uno de mis logros, ya ni siquiera me quedaban fuerzas para cuestionarme o para crear mi clásica guerra interna, simplemente por momentos me inundaba de esa impotencia que me generaba toda mi inseguridad y en lugar de odiarme dejaba caer algunas lagrimas sobre mi rostro, como si estas pudieran lavar mis imperfecciones y convertirme en todo eso que anhelaba ser. Minuto a minuto hacía un esquema de todo lo que debía desaparecer de mí, es más, quizás yo debía desaparecer y seguramente era por eso que me sentía invisible, y lo peor de todo era que sabía perfectamente que eso no era culpa del resto del mundo, yo hacía un esfuerzo muy grande por esconderme y hacerme invisible porque realmente no podía soportar otra visión. Estaba cansada de sentirme poca cosa, todo el tiempo, de solo poder ver todos los abandonos y todo eso poco sano que rodea esta estúpida situación que me limita a avanzar, a soñar, y a vivir la vida que me gusta con disfrute cotidiano. Odié mi subconciente, odié mi cuerpo una vez más y me prometí que ya no podía seguir así y tenía que enfrentar que no era una princesa encerrada en la torre de un castillo, nadie iba a venir por mi, nadie iba a venir a salvarme, estaba en esto sola y la única que podía rescatarme era yo.

Ver pasar los dias

Se van, transcurren
mientras yo sigo paralizada por el miedo
los días pasan
los minutos corren
y todo se mueve, muta
menos las estupideces que abundan en mi cabeza
esas siguen ahí,
estáticas
expectantes
como si en algún momento fuera a decir "Eureka"
y poder celebrar que tantos pensamientos
me habían llevado a alguna respuesta
aunque sea a una de mis preguntas
pero sin embargo eso seguía sin pasarme
mientras la gente normal vivía su vida
yo seguía mirando hacia abajo del acantilado
con mi paracaídas en la espalda
juntando valor para saltar y vivir de verdad
para soltarme de todos los estigmas que detesto
pero el miedo me tenía ahí
atada al piso en esa misma postura
hacia ya varios días,
intentaba evadir la realidad
cerrar los ojos
encerrarme en libros y películas
o correr el foco
pero cada vez que abría los ojos
podía observar nuevamente
que mi realidad seguía siendo la misma
porque la única que podía hacer algo para cambiarlo
era yo
y estaba ahí, paralizada
deseé poder salir de mi cuerpo para empujarme a mi misma
no quería que me empujara otro
era simplemente que necesitaba el valor
la confianza
o el saber que incluso si nada iba bien
correr riesgos valdría la pena
necesitaba creer en mi
creer en que podría lograrlo
miraba hacia el cielo como esperando una respuesta
una ayuda
pero lo único que de allí provenía
era la lluvia
no las respuestas para cabezas aturdidas
y corazones rebalsados
no iba a suceder ningún milagro
sin embargo yo tenia en mis manos el poder
de hacer que sucediera
solo que todavía no sabia como usarlo.

Don't be afraid

Lo repasé en mi mente
segundo a segundo
palabra por palabra
y lo noté
¿Como no lo vi antes?
Tenes miedo
tanto como yo
te aterra exponerte
a sentir algo nuevo,
diferente
y mas que al fracaso
el miedo es al triunfo
¿Y si funciona?
Asusta salir de lo conocido
y descubrir otra faceta de mi,
una a tu lado
y se que te pasa igual.
Intentas desconcertarme
te sale muy bien
logras confundirme
y hacerme olvidar
todo eso que dijiste
mientras me veías a los ojos
pero en cuanto me enfrío
lo pienso de nuevo
y recaigo en la misma conclusión
por eso te escapás
por eso lo negás
entonces la esperanza no es en vano
es más,
te espero
tranquilo, voy a seguir acá
cuando estés listo
para que nuestros miedos
se hagan aventura
y me dejes dormirme en tus brazos
mientras te acaricio
y te hago sentir el más afortunado.
No voy a dejarte caer
y aunque no puedo curarte
si puedo ayudarte a ver mas allá
de la oscuridad que te abunda
no voy a juzgarte
solo dejame acercarme a vos
dame el lugar de disfrutarte
y llenarte de luz con mi esencia.
No tengas miedo de enamorarte de mi,
yo ya me estoy enamorando de vos.