Probar una adicción es la más dulce condena, si te cuida y te acelera, a la vez dandote más, si te cuida y no te ignora, si responde a todas horas, si encima te enamora, no podes pedirle más.
Me rendí ante tus besos que fueron mi tentacion aquella noche de abril en algun soñado rincon cuando caí en tu deseo de cruzarnos y enredarnos entre besos, una y otra vez sin alguna explicacion, dando fe de que algo más podia pasar.
Nos dimos la oportunidad de conocernos, ahora esos besos tenian explicacion, charlas, compañias y momentos, y hasta me atrevo a decir: indicios de amor. No podria explicar exactamente como fue que todo esto sucedio, hoy ya hace un año del hecho y lejos de alejarme, consumo más que nunca. Probando las disntas variedades cada dia de la relacion. Conociendo los besos tiernos y los llenos de pasion, los de honguitos, los amistosos y los que ocultan temor, los perdidos, los piquitos, los dulces y saborizados, los amables, los chiquitos y los que duran mas del tiempo determinado. Los con lluvia, los con sol, los que dan ganas de entregar cuerpo y alma, los que tientan, los que celan, los planeados y los con calma, los que dan paz, los que dan vida, los que dan miedo y hasta los que dan alegria no se comparan con la bendicion de que seas el fruto de mi adicción.
No quiero curarme, estoy bastante bien, hasta en los malos días, tenemos besos de satén, de peliculas malas, de cuentos de amor, de sueños eroticos y tambien con mal humor.
