dos justificaciones para mi análisis de madrugada,
el no recibir la dosis elevada de atención
que es precisada por mi organismo
me hace salir corriendo a buscarla,
o agonizar por su carencia,
entonces me pregunto
si realmente esto es lo que quiero,
dibujo su sonrisa y sus besos en mi mente
casi puedo escuchar su voz
diciendo alguna ocurrencia inconclusa,
respiro, y siento la respuesta
claro que esto es lo que quiero,
solo que no puedo adaptarme
a la pequeña dosis, lo que me hace precisar más,
¿Cómo precisar más sin invadir al otro?
podría reclamar atención hasta recibirla,
pero ¿es realmente que no tengo atención,
o será tal vez que no me conformo con ello?
Quizás tiene que ver con el no estar acostumbrada
a que todo marche bien
entonces mi necesidad innata de arruinarlo todo
aflora lentamente, poco a poco,
analizo las opciones y lo vuelvo a elegir
entre todas las propuestas recibidas,
lo vuelvo a elegir entre las tentaciones,
entre la gran gama de matices que me ofrecen,
lo medito una última vez,
tratando de perder el miedo,
de arriesgarme por él y confiar
creer en que todo marcha bien, simplemente porque así debe ser,
y que si estamos juntos, eso es lo que importa,
intento soltar mis mambos
para librarme de todo pensamiento que me obstruya,
respiro, respiro, respiro,
y encuentro la conclusión,
podría recibir toda esa atención de muchos desconocidos
y mantener mi ego mimado,
o elegirlo una vez más, con su medida de atención
y aprender que no siempre puedo ganar en todo.
Terminé de tipear y me escribió que me quiere.
Causalidades de la vida.
Terminé de tipear y me escribió que me quiere.
Causalidades de la vida.