viernes, 24 de abril de 2015

Transmutación

El progreso asusta, 
el viento sopla en una dirección diferente
y poco a poco mi piel va cayendo al suelo, 
siento como mi cuerpo se acopla a este nuevo mundo
pero por más que busque mutar
me cuesta dejar los vicios del pasado.

El dolor se hizo parte de mi vida, 
aprendí a lidiar con mis propias tempestades
a tal punto que olvidé que la vida podía ser maravillosa, 
me limité, me dejé morir
y maté cualquier rastro de esperanza en mi alma
para que ni siquiera la resurrección fuera posible. 

Mi esencia comenzó a desaparecer tras una nube tóxica, 
mis miedos carcomieron mi cerebro
e hicieron de una mujer inteligente, una estúpida sin control
tomando decisiones dañinas sin medir consecuencias, 
dejando atrás todo aquello que me daba razones para vivir, 
como si no hubiera motivo para salir de la inmundicia de mi alma. 

Mi piel cayó por completo y fue ahí cuando lo entendí, 
la transmutación que atravesaba estaba enloqueciendome
simplemente por intentar ser racional con un aspecto irracional de la vida, 
se separó de mi carne marcando el fin de un ciclo, 
quizás con ella me despojaba de mis miserias,
ya era tiempo de crear una nueva vida.