sábado, 1 de noviembre de 2014

Tregua interna

Las agujas del reloj marcaban 
que había llegado el momento 
de terminar la guerra.

Ya había tenido mi merecido
y si no hacia una tregua conmigo
nadie más iba a poder hacerlo. 

Las peores tormentas ya habían terminado, 
mi yo racional y mi yo emocional,
debían dejarse de lado.

Era el momento ideal
para dejar atrás mis ropas rotas, 
y mis miedos destrozados. 

Tomar mi pequeño corazón entre mis manos, 
abrazar mis sueños, 
y dejarme volar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario