Superficialidades

En épocas de tanta superficialidad
parece importar más lo que vestimos
que lo que decimos,
es más intrigante la marca
que lo que sentimos
y nos convertimos en un circo de adjetivos
impuestos por personas que no nos importan
pero que al parecer terminan definiendo
lo que realmente somos.
Nos volvemos títeres insignificantes
de un sistema lleno de frialdades
donde las emociones no cuentan,
no suman, no restan y no negocian,
donde rebajamos con la mirada
a quienes no cumplen el status de la moda
y marginamos a los reales,
a las personas imperfectas, a los locos pasionales
y a cualquiera con ideas diferentes,
donde si no te unís a la masa te llevan puesto
y terminás sin darte cuenta,
casi por accidente,
siendo uno más de ellos.