domingo, 23 de noviembre de 2014

Vida en el planeta Tierra

Me encuentro todos los días con personas diferentes
y me siento rara.
No me molesta sentirme así, pero si el hecho de sentirme sola
en un mundo vacío, 
por momentos miro por la ventana
con el corazón ardiendo en llamas por un arcoiris, 
por una mariposa, por un perro, por una sonrisa,
miro a mi alrededor y nadie más se enternece..
¿En qué momento pasó?
No recuerdo cuando comenzó esta frialdad
en la que dejamos de decirle salud a un desconocido
o de decir buen día simplemente al encontrar gente. 
Sonrío en esta mañana lluviosa, estando toda mojada, 
llegando tarde y con dos trenes cancelados, 
mientras la gente me mira como si estuviera loca, 
me pongo los auriculares y me aislo, 
estoy en algún tipo de paraíso, en un concierto, 
o tal vez bailando por el mundo, 
con cada canción me lanzo en una nueva aventura
y lo medito, 
quizás si estoy loca, 
llego al trabajo euforica, porque no quiero hechar a perder el día, 
pero todos parecen estar adaptados
al fracaso y la limitación emocional ahí adentro, 
parecen disfrutar de las sub-clases sociales formadas, 
los grupos de distención y sus enredos, falsedades y contra-ataques..
Los veo de lejos, con algunos me llevo, con otros no tanto, 
algunos se ganaron mi afecto y a otros los prefiero lejos..
Parece un día tranquilo, lucho contra mi resginación
y escribo, leo, observo, me lleno de sensaciones divagando..
Escucho una voz familiar hablar de sus sueños, 
y ahí me siento en casa, no importa quién, no importa qué, 
es maravilloso levantar la vista
y poder respirar con calma, 
aún hay pasión, aún hay sueños, 
quizás mi especie esté en peligro de extinción 
pero todavía hay vida en el planeta Tierra.

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