domingo, 18 de enero de 2015

Respuestas

Había tomado coraje en estos días
para plantear el tema,
era momento de saber que estaba sucediendo,
por mi parte me encontraba
sin recursos para huir de mis intereses
ya mis sentimientos me habían acorralado
demostrandome mi fuerte interés en él,
ya no podía negarlo
habiendo pasado catorce días,
la sola idea de verlo sonreír
me volaba la cabeza,
supuse que todo eso significaba algo
y ahora tenía la necesidad
de saber como se sentía él,
de verificar si esto realmente estaba sucediendo
o era uno más de mis fracasos de colección,
una vez que lo tuve en frente
el coraje desapareció por completo
convenciendome de que no debía tocar el tema,
de que no era necesario,
o de que no estaba lista para recibir la respuesta,
solo prefería quedarme con lo seguro
sin correr ningún tipo de riesgo.
Era hora de curar mi herida,
quiso ayudarme y me negué rotundamente,
se acercó a mi e insistió,
me comporté arisca y lo dije
"no tenés necesidad de hacer esto"
y sus ojos verdes y su voz serena
respondieron con un dulce
"lo hago porque quiero",
después de ir y volver sobre lo mismo,
me acorralé en mis negaciones,
lo dejé ayudarme y cuando el asunto parecía terminado,
se recostó en la cama y me senté a su lado,
me dijo que no me entendía
y respondí cuanto me confundía
el no saber que le pasaba conmigo,
se levantó, suelto, sin miedo
tomó agua y comenzó
sus palabras sanaban mis dudas,
y sus respuestas mis preguntas internas,
mis miedos desaparecían
mientras la verguenza se apoderaba de mi sonrisa,
me dijo como se sentía,
me dijo como me quería
y su proyección conmigo,
no podía pedirle más,
se recostó de nuevo y me abracé a su espalda,
satisfecha,
si estabamos en sintonía,
nada podía salir mal.

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