Quizás porque no soy como cualquiera,
puedo mirar tu sonrisa y contagiarme de ella,
jugar como niños hasta el amanecer,
envolverme en tus brazos y volver a crecer.
Quizás porque no soy una mujer perfecta,
puedo adorar tus chistes malos,
y sonrojarme cada vez que tomes mi mano,
sin dejar nunca de disfrutarlo.
Quizás porque no soy una insensible,
puedo adentrarme en tus emociones,
podés contarme tus transparencias,
y hacer de nuestros miedos canciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario