jueves, 30 de octubre de 2014

Volver a las pistas

Algunas personas parecen haber nacido para esa etapa de la vida, y no es que no me agrade conocer gente sino que me cuesta encajar en el prototipo básico de "conocimiento" que se basa en conversaciones vacías y con poco sentido. No recuerdo la última vez que había intentado volver a las pistas, como si se tratara de incursionar en una nueva aventura. Siempre sostuve que era ideal disfrutar de todos los matices que ofrecía la vida, y conocer gente nueva, era uno de esos matices.
Me modernicé y mediante aplicaciones tecnológicas me adapté a la nueva sociedad de jóvenes que conocen jóvenes, para mi grata sorpresa me divertí mucho. Encontré de todo, ignoré lo que no me servía y me permití incursionar en conversaciones un poco más interesantes. Me permití sentirme bien conmigo, sentir que si quisiera el mundo, podría tenerlo en mis manos, si quisiera citas podría tenerlas, y aún mejor, elegirlas. Elegir a quien quería conocer y a quién no.
Solía burlarme de este tipo de interacciones pero cuando las lleve a la práctica, no solo mejoraron mi autoestima como estaba previsto sino me dieron la oportunidad de ampliar mi frontera y ver que mis limitaciones no eran tales, que no todos me veían con la base autocrítica que yo misma me imponía. Nada más simpático que la seducción y la incomodidad de la primera cita.

Si no puedes contra ellos, úneteles.

No hay comentarios:

Publicar un comentario