Después de varios días oscuros, ayer se encaminó totalmente hacia mis creencias de que el amor fluctúa en el universo, donde cada uno brinda su parte, éste gira, y se encamina hacia donde es necesario en los momentos más precisos. Incluso su breve presencia no presencial al día siguiente, me hizo sonreír una vez más, pero el parafraseo de el universo te da todo lo que querés ya me pareció como mucho, seré muy monotemática pero mi cerebro descorazonado sólo pudo pensar.. ¿Entonces vas a venir a mi vida muy pronto? Como claramente no corresponde y no está bien visto moralmente decir lo que uno piensa de una manera tan cruda y desvergonzada me tuve que tragar mis palabras para no recaer en la exposición que me brindaba el hecho de vómitar mis pensamientos y sentimientos constantemente. Según madre es porque "digo demasiadas verdades", yo sigo sin encontrarle el lado negativo, pero ella sostiene que así no tienen que ser las relaciones interpersonales porque a la gente no le interesa la verdad.
Entonces ante los restos de todas estas vagas reflexiones en mi mente, llegué a un único punto: no lo entiendo. Sí, el poder de una persona, incluso como control mental de su propio cerebro puede motivarlo para conseguir sus deseos, pero ya si son muchos se anularía la gestión, porque tiene que haber algún ente regulador de deseos y ley de atracción. Seguro que es eso, y nada tiene que ver con que en algún momento desee que (por pánico de enamorarme) se alejara de mí. Entonces no sé si esta tal ley existe o no, la tomaría más como una teoría... pero sí, hay que tener cuidado con ella, con lo que deseamos con ansias, quizás y solo quizás, el amor y el deseo son más fuertes que toda la lógica del universo.
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