A veces no entiendo a la gente, bah, ahora que lo pienso me sucede bastante seguido el hecho de ver a varias personas como totalmente incomprensivas para mi persona. Suelo respetar las opiniones diferentes pero al quedarme sin argumentos, no tengo la habilidad de hacerlas cambiar de parecer.
Durante toda mi vida prácticamente pensé que hacía muchas cosas mal porque no eran lo que "estaba bien visto" o lo que otros esperaban de mí, llegué a sentirme muy mal por eso, incluso a querer cambiar muchos aspectos de mi forma de ser, llegué a odiarme de varias maneras y a creer que realmente mis ideas estaban mal. Comenzé a analizarlo, porque llegué a tal punto que lo canalizaba del modo menos indicado, arruinandome. Con el correr de los días, el asegurar mis ideales y poco a poco encontrarme a mi misma, pude entender que agradarle a más personas o conformar a mis padres no iba a hacerme ni mejor ni peor persona. Es más, comprendí que ellos ya tuvieron su tiempo de hacer "lo que les de la gana" aceptando las consecuencias de sus actos, y que así habían vivido su vida hasta el día de hoy, por lo que este era mi momento, mi momento de brillar. Sin importar a donde quisiera ir, cómo, o con quién, porque al fin y al cabo es mi única vida y si no me conforma a mí, no vale la pena.
Entonces me paré frente al espejo (donde vivía mi peor enemiga, mi imagen) me miré a los ojos y vi algo que nunca antes había visto: hoy se quién soy. Tengo muchos errores y muchas personas me consideran insoportable, otros tantos no comparten mis ideales y algunos otros me creen maravillosa, pero yo... yo me valoro. Seguramente la semana pasada no, probablemente ayer tampoco y quizás la próxima semana tenga alguna recaída, pero hoy me valoro y me acepto.
No me importa si eres negro, blanco, alto, bajo, rico o pobre
si eres amable conmigo yo seré amable contigo.
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