domingo, 11 de noviembre de 2012

Cazadores cazados, vencedores vencidos

"Los hombres no saben querer a una sola persona", "las mujeres son todas iguales", "el amor es una mierda" y otras zartas de bobadas suelen decir las personas al terminar una relación, frustrarse o descubrir que las situaciones con una persona específica no son como se pensaban. Uno tiende a juzgar a todo un género o incluso a un gran sentimiento por sus malas experiencias y no es justo ir por la vida negando oportunidades simplemente porque las cosas no te salieron tan bien como hubieses querido.
Generalmente, sí.. hablo de no generalizar y generalizo yo, salvo excepciones por ideología, religión, código o por convicción, todos actuamos de la misma manera, somos cazadores o cazados por mucho tiempo, marcando presas o siendo presas de las tácticas de un cazador,  hasta que en una ocasión una situación sobrepasa nuestra capacidad de comportarnos como rocas y comenzamos a apostar sentimientos creyendo, como vencedores y grandes cazadores que somos, que no podemos ser vencidos, que tenemos las de ganar como las veces anteriores. Pero no, esta vez no, esta vez algo tan simple como una sonrisa puede revolucionar tu mundo y ahí notamos la gravedad de la situación. Por todo esto se vuelve complejo el hecho de juzgar a alguien por su pasado ¿con qué derecho? si el numero de presas no certifica que lo que comparten en la actualidad sea especial o no, si los argumentos que haya utilizado como táctica eran falacias ¿no sería injusto? no podemos juzgar si en realidad solo era un modo de aprender y de prepararse antes de tu llegada, es más, existe la posibilidad de que jugando a todos esos juegos confusos solo haya estado todo este tiempo divagando de boca en boca con la esperanza de encontrarte, de sentirte, de aferrarse a tu existencia.

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