jueves, 15 de noviembre de 2012

Para separarse hay que separarse

"No es momento para tibios" dicen en cuanto politica por estos días. Siempre creí que los tibios, los grises, los intermedios eran parte de una escala y que debía existir una gran variedad de claro-oscuros para que funcionara correctamente. Muchas veces los extremos y los excesos son la base del problema, por lo cual mi escala era la mejor opción. Cuando tuve problemas y no supe a donde recurrir, tomé mi escala y elegí el tono que mejor se adecuaba a nuestra situación, variando la tonalidad algún día más alegre o uno mas agresivo, sosteniendo que los extremos no iban a salvarnos de ningún modo y me equivoqué: lo que necesitabamos era un extremo, una decisión, no seguir divagando en la escala de grises. La escala es útil para que exista variedad todos los días, para las relaciones en general, para que no falte nada, pero a la hora de tomar una desición no sirve. Entonces me sentí desnuda, ya no tenía herramientas que pudieran ayudarme, era hora de tomar una desición, de tomar mi balanza, mis emociones, mis miedos y mis pensamientos y comenzar a evaluar todo una última vez, era hora de ver la informacion recolectada para tomar una buena desición y poder defenderla y argumentarla cuando sea necesario. Pero todo este tecnicismo era inútil, lo sigue siendo. Tengo que retirarme de aquí, tengo que jugar mis últimas cartas y largarme. Esto tiene que terminar, tengo que dejarte ir, tenemos que sobrevivir, crecer y superarnos. Entonces, solo entonces, podremos decir que nuestra historia está cerrada y si en otro momento decidimos retomarla va a ser una desición con tanto peso, amor y seguridad como la que tomamos hoy.

No puedo entregarte mi vida, tampoco vivir sin vos. 

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