Estoy llena de "quizáses" de posibles futuros y posibles verdades, que pueden ser tan ciertas como absurdas. Y corro el riesgo de lastimarnos, pero no el riesgo de perdernos en el olvido. Corro el riesgo de que te alejes pero no de mejorar las imperfecciones para que puedas quedarte. Acá, en mis brazos, eterno e imperfecto. Así como al separarnos pudimos hecharnos en cara parte de eso que nos enamoró hoy puedo extrañar todo eso que no me gusta de vos.
Si extraño tu neurosis y tus celos sin razón, ¿cómo no extrañar tu cuerpo en mi colchón?
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