en otro orden,
siguiendo diferentes convenciones
que no les den posibilidades de atacarme
ni mientras duermo, ni mientras sueño,
que me permitan a menudo reescribirme, reinventarme
así ante cada nueva pregunta puedo crear una nueva respuesta,
ante cada peligro puedo elegir una nueva aventura,
y ante cada lágrima, pintar una sonrisa.
Debo aprender a decantar mis emociones lejos de lo racional,
pues mi mente sigue sin entender
como mi corazón no razona
y no pueden así llegar nunca a un acuerdo
porque siempre pierden el control
y yo termino colapsando,
escapando de cada página de esta historia
en la que cada nuevo verso me llena de miedos
y mi porvenir se hace añicos,
mientras pierdo el tiempo y veo mi vida desde afuera.
Mi alma vuelve a mi cuerpo,
esto debe terminarse
e incluso sin saber como se continua, cruzo los dedos,
comienzo los bocetos de la nueva aventura que quiero emprender,
y planeo como llevarla a cabo,
se llama: correr riesgos,
me asusta más que nada en este momento
pero promete llenarme de felicidad y satisfacción
al llevarme un paso más cerca de mi sueño:
hacer de mi vida una obra de arte.
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