Los cambios me espantan, si, me espantan. Ya sé que son buenos, que te enseñan a crecer y todo ese palabrerío de que son necesarios pero realmente me espantan.
Soy de esas personas a las que les gusta cada cosa en su lugar y me descoloco cuando mi entorno se altera y así fue como la recaída comenzó... De repente un día me desperte teniendo otra vida, ante mi confusión y mi dificultad para aceptar los cambios pasé días dificiles, pero una vez pasada la peor parte ya estaba lista para afrontar esa nueva vida que espera detrás de los cambios.
Junté mis emociones rotas y seguí adelante, asustada pero curiosa pensando en todo ese mundo maravilloso ahí fuera, esperando por mí, esperando que yo respirara profundo y comenzara de nuevo de este otro punto de la vida, que locura pensar en eso de un modo tan simplista, cuando para mí fue plena metamorfosis.
En este nuevo mundo maravilloso falta todo aquello que quedó atrás y quisiera aceptar que "por algo es", sin la necesidad de analizarlo tanto pero seamos sinceros, esa no soy yo.. De todas maneras no todo son faltantes, aparecen nuevos momentos, nuevas personas, nuevas oportunidades de disfrutar la vida misma.. y acá estoy, temerosa pero lista para conocerme, para enfrentarme, para tomar desiciones impensadas, equivocarme mil veces, reír, aprender y seguir, porque de eso se trata.. de seguir, soltar, liberarse en cuerpo y alma y despojarse de toda energía dañina que nos ata a todo eso que no queremos ser.
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