jueves, 17 de enero de 2013

Algunos errores son deliciosos

Lo vi... entre tanta gente, entre tantos rostros.
Sentí su aroma... y terminé por enredarme en vacilaciones,
en distinas formas de hacerlo feliz. 
Tardé varios segundos en reaccionar, 
pensando qué era lo que quería para mi futuro
¿lo quería para un futuro? No.

Solo acercate, le susurré al oído
prometo que nadie va a enamorarse esta noche
y así como lo prometí, me vi obligada a cumplirlo. 
Fuimos felices ¿Quién podría negarlo?
Pero a nuestro modo.

Al fin y al cabo lo bueno de este tipo de equivocaciones 
es que no hace falta fingir que nos amamos. 
No hace falta fingir que buscamos un para siempre, 
porque en realidad cada uno tiene su "para siempre"
solo que aún no los hemos encontrado. 

Muchas veces los errores conducen al arrepentimiento y la culpa
por mi parte sostengo que algunos errores son deliciosos
y valen realmente lo que cuestan.

No hay comentarios:

Publicar un comentario