miércoles, 6 de febrero de 2013

De rosas, espinas y bailarinas

Y sin embargo con los pies cansados
seguía sintiendo que volaba en cada paso
Y aunque las puntas de mis pies
sufrieran, aunque mis ropas me ajustaran por completo
sentia que cada segundo valía la pena.

Aprender era díficil y ser constante mucho más
pero poco a poco fui retomando el ritmo
que habia tenido en mi mejor momento.
Recuperé mis nervios matutinos
y mis energías en los ensayos.

Y así descubrí que aunque en mi vida
todo esto parecía olvidado
todavía podía tener mi revancha,
con mi sueño, con mis deseos
con todo lo que siempre había anhelado
solo hacía falta un poco de esfuerzo,
y ¿por qué no? un poco de dolor en el camino
ya que aunque suene díficil de tolerar
nadie llega a la rosa sin conocer las espinas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario