lunes, 29 de octubre de 2012

Y entre tanto que tengo no encuentro razón suficiente pa' olvidarme de ti

Por un momento imaginé que todo iba a funcionar como yo lo esperaba. Por un momento creí que existia la ligera posiibilidad de poder experimentar, desafiarme y volver a la vida normal como si nada hubiese sucedido, y me aferré a esa suposión cual naufrago a su única y remota ilusión de ser rescatado.
Supuse de la mejor manera, que todo iba a salir por una vez como yo pretendía y portandome como una niña egoísta, me deje llevar por mi ilusión. En el camino elegí correr riesgos y al volver a la vida real descubrí que todo se habia alterado y que mi perfecta realidad paralela no había existido nunca. Fue como despertar de uno de los mejores sueños, pero con la realidad alterada y así no tiene nada de gracia.
Analicé una y mil veces que iba a pasarnos, y traté de quedarme a tu lado, traté de que me vieras con los mismos ojos de amor que unas semanas antes, pero nos fue imposible. Intentamos todo lo que estuvo a nuestro alcance, pero ya se nos estaba muriendo el amor.
Es tan díficil y tan triste ver como lo más lindo que tienes comienza a alejarse lenta y dolorosamente a causa de tus desiciones. Me hago cargo en todo momento pero eso no hace el proceso más sencillo. Fui sincera con vos y te dije todo lo que sentía y pensaba, hasta que llegué a la peor parte (-no lo digas, no lo digas, no lo digas- pensé, pero ya era demasiado tarde, la semilla de la confusión estaba sembrada) -ya no sé lo que quiero para nosotros. Una vez separados se me plantearon todas esas cuestiones que no se te plantean porque estas concentrada en tu amor e hicieron temblar mi mundo, mi seguridad y lo poco que nos quedaba. Elegimos distanciarnos pero permaneciendo cerca y aunque sabemos que no es lo más sano, tampoco queremos alejarnos demasiado. Lo extraño, tengo mil razones para correr a sus brazos y otras mil para dejarlo ir, para dejarlo buscar felicidad en otro sitio, donde puedan ofrecerle algo tangible, real y puro como él se merece, él no merece medias tintas. Y mientras le revelo mis pensamientos, me dice que quiere acercarse a mí, y mi corazón responde que quiere lo mismo. Vivo en guerra desde ese entonces, mirando a mi alrededor y percibiendo el mundo como una persona suelta por la vida, por momentos jugando a tener una relación con mi ex pareja a la que no le defino que quiero. Fuck. Si lo ponemos así, el se torna un santo y aunque no lo es, tengo que admitir que realmente en esta parte del cuento, como en muchas otras, se portó como un verdadero prncipe. Incluso al mirar y besar sapos, descubrí lo que quería. (Mentira, ese hubiera sido un buen final, pero no, sigo en el mismo punto de partida, recorriendo mi universo interior queriendo encontrar respuesta y relajandome para no pensar en cuanto me sobra el tiempo).

La verdad es que al caminar en circulos solo consigo volver siempre al mismo punto de partida: mi confusión. Mis mil razones para decir que si, y mis otras mil para decir que no.

No hay comentarios:

Publicar un comentario