sábado, 30 de enero de 2016

Y ahí estaba

Nos encontramos por causalidad,
porque nadie en su sano juicio
hubiera definido esta experiencia
como una torpe coincidencia, 
no era casual, 
no era sencillamente un encuentro, 
se trataba de precisión, 
la persona y el momento justo, 
él no me entendía, 
yo no lo entendía, 
probablemente nunca ibamos a entendernos, 
éramos una aventura, 
un tornado de sensaciones desconocidas
abrumadas por el miedo y la fascinación, 
él era todo eso que yo no quería encontrar, 
y yo era lo que el creía que no existía, 
sólo podía tratarse de un puente, 
éramos la transición hacia un lugar mejor, 
quizás no eramos el nuevo lugar 
pero si eramos los responsables de volver a creer, 
él quería escaparse de mis labios, 
yo quería escaparme de sus brazos,
pero ahí estaba, 
dormido en mi colchón, 
mientras yo aún sin entender la situación, 
me detenía a disfrutarlo. 

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