viernes, 27 de enero de 2017

Día 27: La curiosidad me mató

La curiosidad me mató, cada vez que mis miedos existenciales se hicieron temblores y cada vez que mis inseguridades atacaron mi cuerpo.
La curiosidad me mató cada día en que mi ego se sintió amenazado y opté por darle rienda a mis malos pensamientos. La curiosidad me mató cuando violé privacidad y necesité una y otra vez de eso para no tener dudas.
La curiosidad me mató, me traicionó, me asesinó. Me acuchilló cada noche que no pude dormirme por dejar volar mi imaginación de la mano de mis monstruos, muchas veces me excusé por tener "razones", muchas otras supe que no había justificación, que ni siquiera sabía porqué lo hacía, pero me entregaba al suicidio curioso dónde muere mi ego, donde los miedos afloran y me siento pequeña e indefensa.
La curiosidad me mató en cada miedo, en cada celo, en cada pregunta. La curiosidad me mató, porque podía vivir sin respuestas (y sin preguntas). Hoy lo veo, y así y todo, muy cada tanto, me dejo morir.

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